Cualquier subida de impuestos es natural e instintivamente rechazada por los ciudadanos. Es lógico, ante la sospecha, típicamente bien fundada, de que el Estado selecciona al más débil e indefenso para pagar el pato de las ineficiencias públicas, o simplemente la incompetencia de los políticos que gestionan la Hacienda y su inclinacion a proteger a los "poderosos" (no de los que habla algún iletrado que llegó a su nivel de incompetencia por accidente hace unos años. Los poderosos son los que escriben el BOE, nombran los jueces y adjudican obras y concesiones. Esos, y unos pocos muy, muy, muy ricos a los que nadie toca el pelo)
No pueden esperar otra cosa que resistencia, cada vez mas convencida. No obstante, y desde un punto de vista económico de izquierdas, pueden y deben justificar mejor la subida de impuestos para hacerla menos inaceptable.
Por ejemplo: si se comprometieran a que cualquier subida de impuestos debe venir acompañada de una reducción de proporcion igual o mayor del gasto.
Otro ejemplo, con una asignacion clara y por ley de los ingresos adicionales a partidas específicas, como ayudas a los mas desfavorecidos en situación crítica.
Tienen la obligación de, al menos, garantizar que estos ingresos extra, aunque se perderán de nuevo en las ineficiencias de la gestion pública, no caerán al agujero sin fondo de la expropiación y el saqueo rutinario de los ciudadanos.
No lo harán, porque eso es exactamente lo que planean. La oposición, entre tanto, sigue ocupada cuadrando su propia cuenta de pérdidas, ganancias y pasivos fiscales
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