sábado, 19 de noviembre de 2011

Fratelli d'Italia

Me envía esto mi amigo Eze:


Ricardo Muti, director de la orquesta, declaró al "Times":"La ópera se desarrolló normalmente hasta que llegamos al famoso canto"Va pensiero". Inmediatamente sentí que el público se ponía en tensión.Hay cosas que no se pueden describir, pero que uno las siente. Era el silencio del público el que se hacía sentir hasta entonces, pero cuando empezó el "Va Pensiero", el silencio se llenó de verdadero fervor.Se podía sentir la reacción del público ante el lamento de los esclavos que cantan: "Oh patria mía, tan bella y tan perdida."Cuando el coro llegaba a su fin, el público empezó a pedir un bis,mientras gritaba "Viva Italia" y "Viva Verdi".A Muti no le suele gustar hacer un bis en mitad de una representación. Sólo en una ocasión, en la Scala de Milan, en 1986, había aceptado hacer un bis del "Va pensiero"."Yo no quería sólo hacer un bis. Tenía que haber una intención especial para hacerlo" - dijo Muti -.
En un gesto teatral, Muti se dio la vuelta, miró al público y a Berlusconi a la vez, y se oyó que alguien entre el público gritó: "Larga vida a Italia!".
Muti dijo entonces:"Sí, estoy de acuerdo: "Larga vida a Italia", pero yo ya no tengo 30años, he vivido ya mi vida como italiano y he recorrido mucho mundo. Hoy  siento vergüenza de lo que sucede en mi país. Accedo, pues, a vuestra petición de un bis del "Va Pensiero".  No es sólo por la dicha patriótica que siento, sino porque esta noche, cuando dirigía al Coro que cantó "Ay mi país, bello y perdido" , pensé que si seguimos así, vamos a matar la cultura sobre la cual se construyó la historia de Italia. En tal caso, nuestra patria, estaría de verdad "bella y perdida".
Muchos aplausos, incluidos los de los artistas en escena.Muti prosiguió."Yo he callado durante muchos años. Ahora deberíamos darle sentido a este canto. Les propongo que se unan al coro y que cantemos todos el "Va pensiero"Toda la ópera de Roma se levantó. Y el coro también. Fue un momento mágico. Esa noche no fue solamente una representación de Nabucco,sino también una declaración del teatro de la capital para llamar la atención a los políticos.
En el enlace siguiente se puede vivir ese momento mágico, lleno de emoción


Le respondo:


Querido Eze,
La capacidad de los italianos para la teatralidad, en el mejor sentido, es ilimitada. La comprensión de que el arte y los gestos son una fábula de la vida, o viceversa, viene aquí combinada con su naturaleza de república joven de historia turbulenta. Ya se sabe que en esos casos, donde los símbolos tienen raíces recientes, la exaltación del patriotismo suele tener expresiones más a flor de piel, hasta cuando las hace una audiencia de políticos y funcionarios romanos en lo más parecido a una opera pop como es Nabucco. Los escépticos dirían que si fueran más trabajadores y solidarios, si los que se levantaron a cantar Va Pensiero pagaran sus impuestos, emprendieran más y robaran menos, si fueran más alemanes, vamos, estos gestos serian innecesarios. Pero el mundo se perdería oportunidades sublimes del genio sensible de ese pueblo y su modo apasionado de comprender la existencia.
Te contaré una experiencia personal que me ha recordado esta historia. En la Guerra de Iraq, las ciudades italianas se llenaron de banderas arcoiris de "Pace", con una fuerte contestación a la pequeña presencia de tropas italianas. De nuevo, un escéptico diría que de qué se quejaban, si por una vez le daban a su ejercito la oportunidad de participar en una victoria bélica, al menos de hacerlo sin cambiar de bando en mitad del conflicto. Pero esa no es la historia que te quiero contar.
En esos días, fui invitado por el Alcalde de Milán a una cena que reunió a todas la fuerzas vivas de la Lombardía, que en lo económico es casi como decir la república. Había políticos de todos los colores, banqueros, sindicalistas, empresarios... El día anterior, una bomba de los terroristas contra los que los de Pace no querían que sus tropas lucharan, plantada junto al cuartel general de las tropas italianas había destruido totalmente el edificio, matando a casi veinte soldados, si recuerdo bien.
Antes de que comenzara la cena se tenían que producir los discursos de rigor. El primero fue Luca Cordero di Montezemolo, Presidente de Fiat y de Confindustria, la patronal, que, al comenzar su intervención, recordó a los presentes los sucesos del día anterior. Con su planta aristocrática, Cordero hizo un sentido homenaje a sus soldados muertos. Habló de que, cualquiera que fuera lo que separara a los presentes, incluida la opinión sobre aquella guerra, estaban de luto por sus hermanos, los hijos de su país y lo mejor de su juventud. Entonces pidió un minuto de silencio que se pudo cortar con tijeras. Y, cuando estaba acabando, un conocido sindicalista comenzó a cantar los versos de Mameli: Fratelli d'Italia, Italia se d'ésta... El himno nacional. Se pusieron todos de pie y lo cantaron juntos y a voz en grito. No había trazos de la ironía y la retranca que suele caracterizar a los italianos en sus fingimientos. Pena que entonces los teléfonos no tenían todavía cámaras para que algún hortera hubiese registrado aquello.
Nunca antes, ni después, he presenciado un momento extraordinario como ese en una cena de negocios. Aunque hace unos días estuvo a punto de producirse, también en Italia, cuando se corrió la noticia de que Berlusconi había dimitido y el restaurante estalló en una cerrada ovación. Como si nadie lo hubiese votado nunca. Parecía aquello Libia, con todos los antigaddafistas floreciendo a destra e sinistra. Libia fue una colonia italiana, dada a la tragedia y a la comedia.
En cualquier caso, esto me lleva a la reflexión de que Italia es necesaria en Europa porque uno siempre necesita a un artista en la familia. Aunque no le dejases a cargo del billetero. Necesitamos ingenieros y artistas, alemanes e italianos, como Grecia necesitó a Atenas y a Esparta

jueves, 13 de octubre de 2011

Tipo de cambio

El siguiente payaso que hable de proporcionalidad cuando Israel tenga que atacar Gaza ante la lluvia de cohetes sobre su población, cada vez que digan que los israelíes, que aman a su gente y les proporcionan alarmas, defensas y refugios, “sólo tuvieron” siete u ocho víctimas y que su ataque (reactivo) ocasionó centenares de (terroristas) muertos, con algunas víctimas civiles (cómo evitarlas, si los islamistas, que no quieren a su gente, los utilizan de escudos humanos), cada vez que escuchemos la majadería del genocidio de los palestinos (miles de misiles cayendo sobre Gaza indiscriminadamente causarían cientos de miles de muertos. Los israelíes lo tienen chupao, si de verdad quisieran), cada vez que un lacayo obediente de los barbudos con turbante cortacabezas intente intoxicar con su demagogia venenosa, solo tendremos que contestar que Hamas ha puesto, definitivamente, el tipo de cambio: cada israelí vale 1.027 de sus bastardos malnacidos.

Solo espero que la comunidad internacional lo recuerde (no lo hará) y que el Gobierno del Estado de Israel aplique el principio a partir de ahora.

Repito: por cada israelí, 1.027 palestinos. Si son asquerosos terroristas, mejor, claro. Aunque eso no sea necesario, si queremos mantener la estricta proporcionalidad

sábado, 17 de septiembre de 2011

El desfile de la victoria

Algunos me preguntan por qué soy sionista...

Esta foto está en mi despacho. Son dos F-15 israelíes sobrevolando lentamente, a trescientos nudos, el campo de exterminio de Auschwitz-Bikernau a principios de septiembre del 2003. Dos cazas polacos los escoltaban. Los aviones israelíes transportaban los nombres de la víctimas de ese campo en sus cabinas. Sobre Auschwitz, el Brigadier General Amir Eshel dijo en la radio de su F-15: "nosotros que nos alzamos desde las cenizas de millones de víctimas, que cargámos sobre nuestros hombros sus gritos silenciosos, saludamos su coraje y prometemos ser el escudo del pueblo judío y de su nacíón, Israel"

He titulado la foto "el desfile de la victoria"

Am Israel Jai

viernes, 12 de agosto de 2011

La responsabilidad de los relativistas de la coartada, el auto odio y el buenismo. Ahora, Londres

Mientras los idiotas de The Guardian y la BBC entrevistaban a supuestos vándalos enmascarados con acento afectado de inner city y buscaban sesudos argumentos pseudo intelectuales que explicaran el substrato ideológico y las complejas motivaciones socioeconómicas del estallido de violencia y pillaje en Londres, vamos sabiendo la identidad de los "pobres jóvenes excluidos", el motivo de su "rabia" y el grado de "discriminación social y pobreza extrema" a los que estaban sometidos.

Los babosos del continuo explicación-compresión-justificación-apología van quedando en evidencia.

Uno

Dos

Tres

Cuatro

jueves, 21 de abril de 2011

Sobre el último artículo de Ilan Pappé en El País

Estimado Juan Luis,

En esta ocasión, te escribo en tu condición de Presidente de El País, y en la mía de Presidente de Acción y Comunicación para Oriente Medio – ACOM, una ONG dedicada a la concordia en esa parte del mundo.

Me permito molestarte por un artículo publicado en tu diario hace unos días: “El juez Goldstone”, firmado por Ilan Pappé


Rebatir todas las inexactitudes que emponzoñan el artículo es laborioso, pero no difícil. Dos de nuestros colaboradores han aportado datos y detalles al respecto a la Defensora del Lector de El País:


No obstante, tener que estar a la defensiva ante un resentido furibundo del auto-odio como Pappé es una posición incómoda, como lo es contestar con argumentos racionales a cualquier freak.

En este caso, me permito hacer responsable a quien lo publica.

Afrontémoslo: lo que resulta atractivo a los medios de este autor no es su estatura académica de profesor de tercera, ni sus ideas extravagantes, ampliamente compartidas por antisemitas, antisistemas y yihadistas, ninguno de los cuales suelen encontrar cabida en la páginas de tu periódico. Lo que hace publicable a este individuo es, precisamente, lo que lo debería convertir en impublicable: es una caricatura, uno que se pasó de frenada, como el español aquel apologeta del régimen de Corea del Norte. Apto para un reportaje de dominical sobre rayados y un lugar en la feria junto a la mujer barbuda. Pero no digno de ser legitimado como articulista, codeándose con firmas serias, en una publicación internacional de referencia.

El País difunde sus ideas en un lugar prominente. En este caso, mucho más prominente que el que mereció la noticia de la "caida del caballo camino de Damasco" del tonto útil de Goldstone en el Washington Post al que se refiere. Como si con elloesa cabecera tuviera que buscar un equilibrio imposible e innecesario a firmas de la calidad intelectual y periodística de Bernard Henri Lévy, por cuyos artículos os felicito.

Sabemos que en Israel se piensa de todo. Y se publica aún más. Y que hay una amplísima libertad académica. No mucha gente en España comprende la diversidad de esa sociedad, a la que pocas lecciones de pluralismo podemos dar. Creo que tú eres una de esas personas. Por eso sabrás calibrar qué grado de extremista tiene que ser un profesor, qué ideas debe defender, para que alumnos y claustro de una universidad en Israel, una de las más escoradas a la izquierda, le insten a abandonarla. Ese es Ilan Pappé

Como no podríamos esperar que Haaretz cobijara en sus páginas a cualquier compatriota nuestro que justificase a ETA y considerase al estado español un régimen genocida, ni que el New York Times ofreciese su espacio con regularidad a un profesor de alguna oscura universidad con teorías delirantes sobre complots judíos en los atentados islamistas del 11M, los seguidores y amigos del diario El País no echarían de menos la malintencionada desmesura y la deshonestidad militante de Pappé, si El País dejara de publicar sus disparatados artículos.

Agradeciendo tu tiempo, recibe un cordial saludo.

Angel Mas

lunes, 18 de abril de 2011

Abbas, el cómplice

Seamos claros: en ese porquero obsceno que son los "territorios palestinos" donde se mezclan, indistinguibles y enmierdados, gobernantes corruptos, facciones terroristas, cooperantes de mentira y chivatos por doquier, su Presidente, Mahmud Abbas (alias Abu Mazen. Allí, como aquí, los terroristas usan un alias), rechazó, lágrimas de cocodrilo y nariz creciente, el asesinato de la familia Fogel en la comunidad de Itamar. Acto seguido, se dedicó a una de lcoso upa iones que se le dan mejor, aparte de robarse nuestro dinero: intentó intoxicar a la opinión pública internacional, desviar la atención de sus responsabilidades y obstaculizar la accion de la justicia. Todo esto lo hizo al culpar de la carnicería a unos pobres trabajadores inmigrantes tailandeses.

Como digo, en un territorio donde hay mas informantes que personas alfabetizadas, es un sarcasmo siquiera especular que ese individuo no supiera los nombres y apellidos de los malnacidos asesinos de familias, el de sus encubridores y su adscripción política, del Frente Popular para la Liberación de Palestina. Simplemente, lo ocultó, convirtiéndose así en cómplice.

Por lo que se ve, considerando lo que han tardado las autoridades israelíes en efectuar las detenciones, la llamada Autoridad Palestina tampoco ha colaborado en la búsqueda y localización de esos dos hijosdelagranputa que acuchillaron a un bebe, dos niños y sus padres mientras dormían. Debían andar ocupados haciendo homenajes a terroristas asesinos de ancianos y viajeros de autobús. Estos son los "aliados para la paz moderados" que tiene Israel. Los otros, los de Hamas, están todavía un poco mas allá. Pues eso 

domingo, 20 de marzo de 2011

El ejemplo

Querido amigo,

Te escribo desde el metro en Londres, tras un desayuno de trabajo de CEOs de la Association of British Insurers con el Financial Secretary to the Treasury (Ministro de Finanzas) británico Mark Hoban.

Sabes a estas alturas que soy bastante anglófilo. Hay aspectos del funcionamiento de este país que me fascinan (aunque me resista desde hace años a vivir permanentemente en él con mi familia). Uno de ellos es que te podría contar hoy lo que ha dicho quién, porque no se aplicó la normas "Chatham House". Cuando antes de una reunión o un evento se advierte que dicha norma aplica, quién dijo qué no será discutido fuera con terceras personas. La norma no tiene efectos legales, solo morales. Da igual. A nadie se le ocurriría romper ese vínculo de confianza de las democracias maduras que nosotros no hemos tenido nunca, ni hemos sabido crear.

No te voy a aburrir con la disertación de Hoban. El es un diputado que trabajó durante 16 años en PWC. Eso ya te dice algo: se sabe los temas y tiene perspectiva de la realidad fuera del coche oficial.

En lo de saberse los temas, creo que algunos de nuestros ministros y cargos públicos se los saben también. La pena es que, como te he comentado en ocasiones anteriores, y a diferencia de Hoban, nadie tenga en la cabeza un plan a cinco o diez años para el futuro y la competitividad de nuestro sistema financiero. A diferencia de los británicos, que toman decisiones sabiendo a donde van, en España, puro tacticismo, las decisiones que se van tomando nos llevarán a alguna parte que desconocemos.

Pero me he animado a escribirte por lo del coche oficial. Salía del desayuno y vi a Hoban y un par de ayudantes en la recepción. Esperaban a un minicab. El Ministro de Finanzas del Reino Unido, el Ministro de la City, se mueve en un taxi monovolumen al que se llama por teléfono para que te venga a recoger y te lleve a un sitio, y es más barato que un taxi normal de los que se paran por la calle.

A veces tengo dificultad en articular por qué soy optimista acerca del futuro de algunos países sobre otros. Hoy, anecdóticamente, lo tengo fácil.

En mitad de una crisis de la que los gobiernos británicos no evitaron hablar, sobre la que adoptaron medidas tempranas durísimas, y  de la que se van recuperando, el ministro da ejemplo. Seguro que su departamento puede pagarse un coche y un chófer. Hasta puede que fuera más práctico. Supongo que yo me habría sentido raro con un chófer en la puerta viendo al ministro esperando un taxi, pero lo que el ministro evitó fue sentirse él raro por tener un chófer en la puerta mientras que yo, que le pago el sueldo, y que podría también pagarme un coche con conductor si mi consejo lo considerase oportuno en estos tiempos tan duros, me iba en metro.

He recordado la historia que me contaron hace unas semanas de cómo un grupo de directivos de una caja con problemas se plantó en Manhattan para visitar a un fondo y discutir su posible entrada en el capital de la entidad. La sorpresa de los americanos fue el ejército de españoles que apareció para la reunión, en varias limusinas, desde uno de los hoteles más caros de la ciudad. No invirtieron.

Las democracias antiguas no son perfectas, pero son sabias y conocen la importancia de los gestos en la ética pública, no como máscara, sino como símbolo de unos valores que transmiten integridad y confianza. Algo de lo que nosotros tenemos todavía mucho que aprender.

Un abrazo,

Las paradojas del uso de los ratings en la regulación

Hace días, un regulador financiero europeo se empeñaba en convencerme de la utilidad del rating a la hora de definir el riesgo y el capital que precisaba la transacción entre dos entidades por él reguladas. La postura de este profesional me causó gran perplejidad, porque no parece consistente que el regulador tenga que recurrir a la opinión de un tercero cuando nadie mejor que él conoce, determina y garantiza la calidad crediticia de las entidades implicadas ni dispone de más y mejor información.

Cuando unos días después asistimos a la rebaja de la calificación crediticia de la deuda soberana española por parte de Moody’s, me propuse reflexionar sobre el uso pervertido que nos obligan a hacer de la opinión de las agencias de rating y sobre el comportamiento inconsistente de gobiernos y reguladores, que, por un lado cuestionan la capacidad, metodología y oportunidad de las agencias, y por el otro les confieren un papel regulador de la economía.

Un rating o calificación crediticia no es más que una opinión privada emitida por una de estas agencias oligopólicas acerca de la solvencia -entendida como capacidad de pago- de un determinado instrumento financiero y/o emisor de deuda. Esta opinión está basada en una metodología que, en muchos casos, es cuestionable y más reactiva que proactiva.

La opinión de estas agencias fue utilizada desde sus inicios por los inversores como “guía” o “ayuda” para reducir las tradicionales asimetrías de información existentes entre los emisores de deuda y los potenciales inversores. El desarrollo de los mercados financieros y su internacionalización llevaron aparejado el crecimiento del negocio de estas agencias. Sin embargo, en ningún momento se pretendió que sus opiniones fueran admitidas a efectos de regulación internacional, como viene sucediendo desde los años 70. Incluso las propias agencias evitan responsabilidades enfatizando el carácter de opinión privada de sus calificaciones y organizaciones como el Financial Stability Board piden que se elimine la dependencia regulatoria de los ratings.

Así, aunque las opiniones de las agencias son meramente orientativas, los reguladores las utilizan en áreas fundamentales de la regulación financiera como la valoración del capital regulatorio exigido a las instituciones financieras o las valoraciones de riesgo de crédito en instrumentos financieros de titulizaciones, emisiones de cédulas hipotecarias y otros instrumentos financieros de deuda.

Es evidente que los reguladores utilizan los ratings como una alternativa ante la montaña normativa que tienen que atender y la falta de medios propios para desarrollar internamente metodologías de análisis de un número cada vez mayor y más sofisticado de instrumentos y emisores de deuda. Por tanto, y primera paradoja, a más regulación del mercado financiero, más influencia para el sector de las agencias, que tienen un marco de supervisión y regulación ciertamente laxo.

El resultado absurdo es un modelo que se retroalimenta, donde los ratings predicen tanto como provocan crisis, exacerbando la volatilidad y prociclidad de los ciclos en los mercados financieros. A ello se añade la paradoja de facilitar un sistema bancario en la sombra (shadow banking), formado por un conjunto no regulado de instituciones que proporcionan instrumentos financieros negociados en mercados no regulados (OTC) y cuyo impacto y legitimidad nace, precisamente, de la posesión de un rating externo que les habilita para reconocimiento regulatorio, algo que incrementó de forma adicional la crisis en el sistema financiero.

Volviendo al caso de España. Nada debe impedir a una agencia emitir una opinión sobre el riesgo soberano de España o la fortaleza de sus instituciones financieras. De igual modo, nada hay que objetar a que el Gobierno o el Banco de España discrepen de esa opinión. Lo que resulta incongruente es que esos mismos ministerios y reguladores que dudan de la credibilidad de las calificaciones, concedan a las agencias atribuciones regulatorias, en especial cuando se trata de transacciones entre entidades reguladas sobre las que ya existe una opinión pública y formal. De hecho, resulta también bastante paradójico que el regulador obligue a las entidades que él mismo regula a contar con un rating privado para poder ser calificada como contraparte, mientras que las compañías que escapan al control de la regulación pueden habilitarse para transacciones con compañías reguladas por el simple hecho de tener un rating.

Va siendo la hora de que el Gobierno y los reguladores españoles limiten la opinión de las agencias de rating al ámbito privado e informativo y tomen sus decisiones a partir de sus propios mecanismos de valoración de riesgos y de las recomendaciones internacionales. 

Alter egos II

Lecciones de Sefarad

domingo, 20 de febrero de 2011

Questions

I have a question: all the shiny happy people that lined up to congratulate themselves on the demonstrations-revolutions in places like Tunis and Egypt (the least oppressive regimes in a neighbourhood of blood thirsty tyrants and theocracies), all the happy kum-ba-ya that started with the Obama administration, some European governments, the media and the me-too masses in the West,  how do they feel about the prospect of a massive hike in the price of oil, as the situation, happily now, spreads to the oil and gas producing countries? (Bahrein, Lybia, Iran, Algeria... And it will not stop there).  Will they all finally realize that three basic truths about regime change through revolution?:

1- once you help ignite the fire, you lose control over it and it is impossible to know in what direction it will spread.

2- it is unlikely it will end up on a free and democratic government in the short term

3- the cost of dreaming freedom and democracy is dire. JW Bush and the American taxpayer can testify.

I like Nathan Sharansky. I have his picture in my desk. I believe, with him, that democracy is for everybody, not just a selected few cultures, because all human beings prefer for their children a place where thay would not be subject to the arbitrary abuses of a government without control. But  I also think that democracy is not just voting. Voting is the last step, not the first one. First goes creating the institutions for a free society: the judiciary, the press, the civil service, the education system... Without that, any revolution against a dictatorship will just end up in another dictatorship, with a blood bath in the middle. That's why the Spanish transition to democracy worked. With all the anacronism, vices and unfairness of the Franco regime, the society had all of the above, a Social Security, hospitals, pensions, high literacy... And even with that, the first elections happened 2 years after the dictator died, and they were just for a parliament that had the sole task of writing a new Constitution. The first constitutional true and free elections only happened in 1979. The fiercest critics of the Bush Jr. Administration align with it in its worst mistake: believing on the cathartic power of voting, that can turn a dislocated, post dictatorship, war-enraged countries with no civil society to speak of into a democracy, that being Iraq or Afghanistan. When were the first elections in post war Germany and Japan (countries that had the basis of all the aforementioned conditions)?. 

Another question, just to end: where was  Mr. Obama decisively linking the aid it provided to Mubarak's Egypt to steps that built that civil society?. In his speech in Cairo University, when he was Mubarak's best friend, did he praise Western democratic values, providing support to groups fighting for human rights, the fair treatment of women, gays, religious minorities, or did he praise Islam as the religion of love?. What conditions are the US and European governments attaching to the aid still provided today to countries like Morocco?. Do they require that a portion of the money be used on creating the seeds of a freer society and make the contributions subject to steps of the regime to open up little by little, precisely to avoid a revolutionary process and promote an orderly transition?. I do not think so. We might see Obama soon in Casablanca University praising the infinite wisdom of the king and the admirable role madrassas are starting playing there.