Si es lo mismo un "bandido" de Sao Paolo que un preso de conciencia cubano, condenado a 36 años por "desacato", al que se maltrató continuadamente en la cárcel y se privó de agua una vez comenzó la protesta, pues entonces debemos todos apoyar la resistencia de los "bandidos" de Sao Paolo ante las tropelías del gobierno brasileño.
Pero como no es así, llegamos a la conclusión de que Lula se ha quitado la careta y, como toda la izquierda idiotizada latinoamericana, es incapaz de reconocer su error con el régimen brutal, represivo y asesino de Cuba.
Y al apoyarlo, se convierte en cómplice. Y siendo cómplice de esa basura, Brasil nunca será potencia regional ni global de nada. Saben por qué?. Porque cuando los cubanos se liberen se acordarán muy bien de quién apoyó a los torturadores. Como los europeos del Este
Sólo dos puntos más: Uno: Lula nunca fué preso de conciencia. Y tuvo oportunidad durante la dictadura militar en Brasil. Dos: de acuerdo a su razonamiento, Nelson Mandela no fué sino un bandido y debíamos haber respetado el sistema judicial de la Sudáfrica del apartheid.
De puta madre, Lula
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